Lavarse día y noche el rostro no es ni será el procedimiento suficiente para extraer todas las impurezas que carga por días, meses o años. Sin embargo, tampoco es motivo para que te conformes con exfoliaciones ligeras desde la comodidad de tu hogar, pero sí para llevar un mantenimiento paralelo a la limpieza facial completa.
Uno de los mejores aliados para el cuidado, hidratación y nutrición de tu piel, es la combinación de la limpieza facial simple con el tratamiento de fototerapia. Los dos no solo logran un aspecto limpio y radiante, sino saludable si es contemplado cada cierto tiempo para prevalecer sus resultados. ¡Dale a tu rostro el cuidado que necesita!
¿Cómo se realiza este procedimiento?
Como su propio nombre lo dice, esta limpieza facial es totalmente completa y superior a diferencia de la limpieza simple. Antes de iniciar con el procedimiento, se evaluará el tipo de piel de la persona y se elegirán los productos correspondientes para evitar cualquier reacción adversa o inflamación en la piel.
Limpieza: este paso es básico e importante para retirar del rostro todo maquillaje, suciedad, grasa e impureza que exista.
Exfoliación: para retirar todas las células muertas del área se necesita de una exfoliación profunda y muy pulcra.
Oxigenación: se utilizará vapor para dilatar los poros y facilitar la extracción total de los puntos negros.
Mascarilla: para nutrir e hidratar la piel luego de la limpieza profunda, se colocará una mascarilla refrescante.
Fototerapia: con el fin de desinflamar la piel, rejuvenecerla y atenuarla, se expone la fiel con la luz de la fototerapia.
Cuidados posteriores al tratamiento de rostro
Antes de retirarse del consultorio, el especialista le colocará protector solar en el rostro para evitar que los rayos ultravioleta lleguen a la piel y la pigmenten de forma desigual. Incluso que produzca una mala reacción en la dermis por encontrarse sensible. Tengan precaución de alejarse del sol cada término de sesión de limpieza.
Lo mejor es que en cada salida proteja mucho su piel del sol y evite a exponerla a la suciedad del ambiente. Aunque puede ser algo difícil no salir a cumplir nuestras obligaciones, se puede hallar la manera de salir con un cuidado totalmente seguro. Es cuestión de darle prioridad al rostro y su piel.
Beneficios de la limpieza facial
La limpieza facial completa es la clave para tener un rostro hidratado, luminoso, sano y perfecto, pero adicionalmente, también traer otros beneficios como:
Activar el desarrollo de la renovación celular y conseguir que la piel cambie.
Evita la dilatación excesiva de los poros, la producción de manchas y de acné.
Elimina las toxinas que fomentan los productos faciales de uso diario o paulatino.
Retarda el envejecimiento prematuro porque mantiene la vitalidad y luminosidad del rostro.
Ayuda a que los humectantes, micelares y mascarillas impregnen mejor y sean más eficaces.
Debes ser consciente que estos beneficios no lo obtendrás de inmediato, por lo que necesitarás de venir periódicamente para tu limpieza facial completa y profunda. Y además, podrás paralelamente contribuir haciéndote una limpieza facial simple desde la comodidad de tu casa.
¿Cada cuanto debo hacerme una limpieza facial completa?
No hay un tiempo determinado por lo mismo que todas las pieles son distintas: piel grasa, piel normal, piel mixta o piel seca. Además, influye mucho la estación y el clima, pues, los poros pueden que se contraigan o se aperturen más de lo normal. La evaluación es importante para reanudar su tratamiento las veces que se necesita.
Sin embargo, es prudente realizarse la limpieza facial completa cada dos o cuatro meses para retornar los niveles de higiene necesarios del rostro. En caso de mantener una piel normal, claro está. Déjese asesorar por su especialista y cumplas sus fechas de citas designadas, la salud de su piel está por encima de todo.